Un nuevo estudio pone en tela de juicio la creencia tradicional de cómo las capas de hielo influyen en la circulación oceánica durante los períodos glaciales. La distribución de la luz solar, y no el tamaño de las capas de hielo de América del Norte, ha sido la clave en los cambios de las aguas profundas del Atlántico Norte durante los últimos cuatro ciclos glaciales, según este estudio. |
Anteriormente, los científicos se basaban en un estudio llamado "Specmap", realizado en 1992, para averiguar cómo diferentes componentes del sistema climático actuaron recíprocamente entre sí durante los ciclos glaciales. En el Specmap se analizó la circulación del océano en un solo lugar del Atlántico.
"Lo que encontré fue que el sitio estudiado en el Specmap no concordaba con la mayoría de los otros sitios en el Atlántico", explica Lisiecki. "Resultó que el sitio que estudiaron es extraño y no se comporta como la mayor parte de los demás. El resto de los sitios muestra que la circulación no está respondiendo al volumen de hielo, sino a los cambios en la distribución de la luz solar".
Lorraine Lisiecki, investigadora Departamento de Ciencia de la Tierra Universidad California. |
El nuevo estudio muestra que las capas de hielo no son la única parte importante de los cambios en el clima, sino que de hecho la distribución de la luz del Sol es el factor clave en la circulación de las aguas profundas del Atlántico Norte.
http://www.ia.ucsb.edu/pa/display.aspx?pkey=1879